REALIDADES

Y EL INVITADO NO LLEGÓ

Por: Erick GARCÍA BARROSO

Por si no nos acordábamos, el 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua, el cual se implementó para que los gobiernos del mundo tomaran acciones e iniciativas para su cuidado y uso responsable.

Y hablando de Oaxaca, este año, en cientos de hogares estaban esperando al conmemorado, pero no llegó.

Estamos experimentando un momento en donde, por el uso sin cuidado que hemos tenido por años como sociedad y sin una cultura de cuidado, preservación y administración de este recurso indispensable, se nos ha dado una muestra de los complicados que serán los días que nos vienen, ya que, así como nos enseñaron en la primaria, el líquido vital es no renovable, por lo que año tras año será menor la cantidad que podremos disfrutar.

Quiero aprovechar para hacer una reflexión. En el 2021, un joven gobernador tomaba protesta en el estado de Nuevo León, y uno de sus primeros retos fue un problema de sequía en todo su estado, ¡la más terrible que había experimentado en los últimos 30 años!

Se tomaron medidas para enfrentar el problema, las cuales no vamos a cuestionar, sino que analizaremos en retrospectiva cómo se transformaron las estrategias y políticas para afrontar la situación.

Como ya mencioné, hace pocos días se conmemoró el Día Mundial del líquido vital; En ese periodo, distintos medios pusieron en sus encabezados títulos como “Sigue crisis del agua en Nuevo León”, “Monterrey ‘celebra’ Día Mundial del Agua en espera de otra crisis” o “Nuevo León declara emergencia por desabasto de agua en presas”.

Podemos entender que, a dos años del suceso, además de las dificultades que pudo experimentar la población, fue un escenario sumamente mediático el que puso en el foco de atención pública -incluso internacional- al estado y sus gobernantes. no se iniciaron acciones contundentes y reales para tomar conciencia sobre la escasez Y es que esto no es asunto únicamente del gobierno; hasta hoy nadie puede de la nada crear el líquido (o bien, desalinizar agua de mar como se realiza en los Emiratos Árabes por los altos costes económicos y tecnológicos) y distribuirlo, por lo que es ilógico dejar esta tarea solamente a las autoridades.

No somos conscientes o no queremos entender que no hay más, solo estamos esperando que un milagro suceda y estirando la mano nos darán más agua.

El pasado 2 de agosto llegamos al Día de la Sobrecapacidad de la Tierra 2023, esto se traduce que en esa fecha se consumieron todos los recursos que el planeta es capaz de generar en un año; a siete meses y dos días llegamos al límite. Nos es urgente crear una cultura renovable, sustentable y de realmente aprovechamiento de los recursos naturales.

Una distribución equitativa. Grandes empresas explotan el recurso sin un control o una política sustentable, se deben implementar estrategias para reutilización con mayores componentes biodegradables para el aprovechamiento y así pueda aumentar la cantidad de uso potable para aprovechamiento humano en los hogares.

El lema de este año convocado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de la conmemoración es “Agua para la paz”, lo que nos expone un reto aún mayor. Tendremos un escenario de escasez donde se generará un ambiente hostil para poder acceder en un futuro al recurso hídrico.

Para poder crear una estrategia de distribución justa se debe entender la necesidad de la calidad del agua pura o litros tratados, actualmente el consumo se distribuye aproximadamente un 90% en agricultura e industrias y para el uso humano apenas y llega al 10%. Si continuamos con este uso desmedido y sin consciencia en su reparto, el agua, en lugar de ser una herramienta para la paz, se convertirá una moneda de cambio para la disputa y donde gobiernos poderosos tomarán por la fuerza, el petróleo ya no es el tesoro que hay que poseer.

El escenario distópico se vuelve más real que nunca.

Estamos en el momento límite en que sociedad y gobiernos tenemos que empezar a crear un panorama de cuidado y uso consiente o afrontamos un día a día con poco líquido y a un sobreprecio por la demanda y la escasez.

Este año, el festejado no llegó, y dudo mucho que llegue en los siguientes.

Entradas relacionadas