AVANZA EN MÉXICO CUBANIZACIÓN Y VENEZOLIZACIÓN CON «APAGONES»
Alfredo Martínez de Aguilar
- Ocho de 21 entidades federativas resultaron mayormente afectadas con los “apagones”, San Luis Potosí, Chiapas, Estado de México, Jalisco, Zacatecas, Nuevo León, Guanajuato y Querétaro.
- Los “votos de castigo” de entre 65 y 70 millones de electores de los 98 millones de ciudadanos permitirá evitar la continuación del segundo piso de la destrucción de las instituciones nacionales.
Como “anillo al dedo” cayeron los “apagones” en 21 estados de la República Mexicana, para demostrar con hechos a los incrédulos que avanza en México la cubanización y venezolización.
Indispensable es para evitar la imposición de una dictadura populista en las elecciones del 2 de junio que, sobre todo, los ingenuos y escépticos abran los ojos y vean la destrucción del país.
Solo los “votos de castigo” de entre 65 y 70 millones de electores de los 98 millones de ciudadanos permitirá evitar la continuación del segundo piso de la destrucción de las instituciones nacionales.
Hubo “apagones” en Tamaulipas, Hidalgo, Chiapas, Coahuila, Chihuahua, Aguascalientes, Querétaro, Tlaxcala, San Luis Potosí, Guanajuato, Estado de México, Ciudad de México y Puebla.
Así también resultaron afectados los habitantes, viviendas, empresas y servicios de 21 entidades que incluyen a Zacatecas, Morelos, Sinaloa, Sonora, Nuevo León, Oaxaca, Nayarit y Veracruz.
Ocho entidades federativas resultaron mayormente afectadas con los “apagones”, San Luis Potosí, Chiapas, Estado de México, Jalisco, Zacatecas, Nuevo León, Guanajuato y Querétaro.
Manipulando la realidad, el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) atribuyó el «estado de emergencia» energética a la alta demanda de electricidad por la segunda onda de calor.
Por la escandalosa corrupción y evidente ineptitud de Manuel Bartlett en la CFE hubo “apagones”, incluso, en estados productores de electricidad, como Chiapas, Veracruz, Tamaulipas y Chihuahua.
Imponer la ideologización a la técnica y ciencia con la consigna “90 por ciento de lealtad y 10% de capacidad” trajo consigo la incondicionalidad perruna en los gobernantes y funcionarios de la 4T.
La ineptitud nepótica de improvisados, sin experiencia en cargos públicos, se agrava con la maniquea austeridad republicana trocada en pobreza franciscana para el pueblo, no para el gobierno.
Los dos ejemplos paradigmáticos de ello son la quiebra financiera de las empresas productivas del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex) y, por supuesto, la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Ambas empresas otrora orgullo técnico de eficiencia y eficacia de México en el mundo han sido escandalosamente saqueadas por el agrónomo Octavio Romero Oropeza y Manuel Bartlett Díaz.
La escandalosa corrupción es, en realidad, la verdadera razón pública y notoria del rotundo fracaso de la operación y funcionamiento de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad.
El monto del saqueo supera el mayor de los récords históricos en ambas empresas del Estado, trayendo como consecuencia lógica y natural la falta de inversión en mantenimiento preventivo.